BARRERAS DE COMUNICACIÓN
Barreras
semánticas.
Tienen
que ver con el significado de las palabras; cuando no precisamos su sentido,
éstas se prestan a diferentes interpretaciones y así el receptor no interpreta
lo que dijo el emisor, sino lo que su contexto cultural le indica.
Ej.:
Éste sí que es un pesado. Ya viste ese wey. Voy al cantón con mi morra

Barreras
fisiológicas.
Impiden
emitir o recibir con claridad y precisión un mensaje, debido a los defectos
fisiológicos del emisor o del receptor. Tales defectos pueden afectar
cualquiera de los sentidos. Ya sea en forma total o parcial.
Ej. Sordera
- deficiencias foniátricas (sordomudos)

Barreras
psicológicas.
Hay
muchos factores mentales que impiden aceptar o comprender una idea.
Algunos
de ellos son:
No
tener en cuenta el punto de vista de los demás Sospecha o aversión Preocupación
o emociones ajenas al trabajo Timidez Explicaciones insuficientes Sobre
valoración de sí mismo. Todos estos factores influyen en la persona que escucha
para que acepte o rechace las ideas que le han sido comunicadas. A una persona
generalmente es necesario explicarle, convencerla. Observar su actuación y
también dejar que ella le hable a usted.
Algunas
de las causas que contribuyen a formar barreras psicológicas son:
Alto
estatus Poder para emplear o despedir Uso del sarcasmo actitud despótica críticas
punzantes uso de conocimientos precisos y detallados facilidad en el uso del
lenguaje maneras demasiado formales apariencia física imponente Interrumpir a
los demás cuando hablan.
Ej. Ese sujeto me cae mal parece
un presumido, Mejor no le hablo quizá no
me haga caso.

Barreras
físicas.
La
distancia y el exceso de ruido dificultan la comunicación, así como las
interferencias en el radio o en el teléfono. Es preciso tratar de eliminarlas
lo más posible.

Barreras
administrativas.
Son
las que se originan en estructuras organizacionales inadecuadas, mala
planeación y deficiente operación de los canales.
Pueden
salvarse mediante:
a)
Aclaración anticipada de toda idea, antes de comunicarla.
b)
Interés en la retroalimentación, para verificar si el mensaje se recibió bien o
no, si la reacción del receptor es la deseada.
c)
Especificación de la verdadera finalidad de la información a comunicar.
d)
Conocimiento del significado preciso de los conceptos, para eliminar malos
entendidos.
e)
Utilización del lenguaje sencillo y directo.
f)
Empleo de múltiples canales de comunicación, a fin de asegurarse de que la
información llegue hasta donde nos hemos propuesto.
g)
Aprovechamiento oportuno de las situaciones para transmitir el mensaje, pues
las circunstancias emotivas en las que se encuentra el receptor puede alterar
el contenido del mensaje.
h)
Refuerzo de las palabras con los hechos. Por lo general, este punto se descuida
sobremanera.

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